La cal, un enemigo que hay que eliminar
La limpieza de cristales es una de las tareas más tediosa y que más tiempo puede llevar dentro de todas las labores de limpieza que se han de llevar a cabo.

Los rastros blanquecinos que muchas veces observamos en los grifos, azulejos y la mampara de ducha son realmente desagradables. En el agua, hay ciertos minerales como el magnesio y calcio. Poco a poco, estos se depositan, cristalizan y forman una capa blanca denominada cal. Los depósitos de cal y sarro proyectan un aspecto desagradable. Son una amenaza para la estética de cualquier baño. Higiene. Es muy fácil que en poco tiempo aparezcan restos de suciedad o acumulaciones de cal.
En estos casos, la prevención puede convertirse en tu mejor aliado.
Evitar que el agua permanezca mucho tiempo sobre la superficie suele ser la clave. Y si no se ha secado: Rocía vinagre, zumo de limón o bicarbonato de sodio sobre las zonas a tratar 2 o 3 veces por semana. Esta práctica te ayudará a mantener el área impecable y reluciente.